Nuestra
manera de acceder a la información ha cambiado notablemente en los últimos años.
Lo que menciona Castells (2002) en relación a los cambios que produjo la revolución tecnológica en la generación e incorporación de conocimiento
es claramente observable en muchos aspectos de la práctica social.
El
fácil acceso a la búsqueda de información que la tecnología nos brinda, ya se
por la existencia de dispositivos móviles y conexiones inalámbrica, nos permite
en cualquier momento y lugar estar en contacto con la información de último
momento no solo como consumidores de la información sino como informantes de la
misma. Conocer una noticia que sucedió en el mundo, o buscar información sobre
un producto que deseamos comprar, o inclusive informarnos sobre alguna
enfermedad que deseamos conocer son ejemplos que podemos citar y que implican utilizar
la tecnología como fuente de búsqueda.
Si
analizo los cambios en el consumo y producción de información en las distintas
etapas de mi formación profesional puedo decir que en mis épocas de estudiante universitaria
no utilizaba Internet como fuente principal de búsqueda de información y en
cambio hoy en día, la mayoría de mis búsquedas de información científica las
realizo vía Internet. Sin embargo, no es la única fuente de información que
utilizo, los medios tradicionales de información siguen estando vigentes y la
combinación de ambas fuentes es aquello que cita Buckingham (2008) como convergencia de medios.
varios son los cambios que puedo citar en relación al consumo y producción de
información que ocurrieron a lo largo de mis últimos 15 años y me ocuparé de ir
desarrollándolos.